Mi opinión nº123 "El verano que aprendimos a volar" de Silvia Sancho.

¡Hola mis delicias!

¿Cómo lleváis el calor?

El veranito ya está cerca, aunque da la impresión de que ha llegado con fuerza. Así que refrescaros todo lo que podáis.

Hoy os traigo una nueva opinión sobre una de mis últimas lecturas.

"El verano que aprendimos a volar" de Silvia Sancho.

Antes de dar comienzo con la opinión quiero agradecer a Phoebe, sello romántico de Ediciones Pàmies, el envío del ejemplar para su lectura.

¡Muchas gracias!

Y sin más demora...

¡Vamos allá!

Autora: Silvia Sancho
Editorial: Ediciones Pàmies
ISBN: 978-84-16970-32-2
Género: Romántica/Erótica
Número de páginas: 346

Asier es un enigma. Atractivo, irreverente y descarado, es profesor de tenis durante el verano en un camping de la sierra de Madrid. El sitio perfecto donde esconderse de una realidad que le ha dado la espalda en el pasado Lara llega al camping para trabajar de recepcionista, y ni se imagina la tormenta de aire caliente que se producirá en su interior cuando la brisa fresca, liviana y juguetona que rodea a Asier choque con ella... y desate un deseo adictivo entre ambos. Asier y Lara empezarán a volar juntos, sin alas y sin detenerse a pensar que pasará cuando finalice la temporada estival del camping. Pero no podrán contener el deseo de que perdure lo que parece destinado a acabar con el fin del verano. ¿Serán capaces de ganar el pulso a todos los obstáculos que se interponen en su camino y que parecen indicar que lo suyo no será más que un amor de verano?

Pues aquí os traigo mi opinión sobre la novedad del mes de junio de Phoebe. La sinopsis ya nos pone bastante en antecedentes y creo que añadir más sería hacer spoiler fijo. El personaje de Asier también está bastante bien descrito, aunque os daré a conocer a Lara y algún que otro detalle más para que os pique la curiosidad. Por norma general no suelo ser tan directa o poco sutil pero voy a intentar que os hagáis con este libro sí o sí, porque es de lo mejorcito que he leído en lo que llevamos de año. 

A parte como siempre desglosaré el libro a mi manera, es decir, personajes (en general), la pluma de la autora, narración, impresiones y qué vais a encontrar en esta historia. Empecemos por los personajes principales, y voy con los detalles que os he comentado antes.

Lara, o Larita como suele llamarle Asier para provocarla y molestarla. Es una chica de 23 años, una persona responsable, sensata, racional e incluso en algunas ocasiones cuadriculada. Una chica que ha dedicado su vida para y por el estudio con el fin de alcanzar y cumplir sus sueños y proyectos. ¿Cómo acaba ejerciendo de recepcionista en un camping? pues muy sencillo, por culpa del paro y no encontrar trabajo en su especialidad. A su vez es bastante insegura y le importa demasiado el qué dirán. Sin duda necesita que alguien cualificado le enseñe a dejarse llevar y sobre todo a aprender a volar. 

Asier... sin duda la palabra que lo define es "enigma". Tiene más salidas que la boca del metro, es divertido, cariñoso, honesto, cabezón, un hombre apasionado donde los haya, con sus luces y sombras que en ocasiones, según qué situaciones... hagan que se ponga a la defensiva. Es muy detallista y considerado. Es lo que yo llamo un auténtico imán y un auténtico maestro enseñando a volar.

El personaje secundario que más me ha marcado ha sido Natalie, compañera de trabajo de ambos en el camping. Es una chica alocada, descarada, fiel a lo que amistad se refiere y se aplica el carpe diem a rajatabla. Por cierto... este mensaje va dirigido a Silvia... ¡Quiero historia de Nataly please! a ver si cuela...y me dices lo de..."tú pides, yo vuelo".

Y antes de entrar más a fondo en materia, quiero felicitar a Phoebe por semejantes joyas de la romántica y la erótica. Apuestas seguras que no nos dejan indiferentes, al contrario, te dejan con un resacón... que es complicado empezar a leer otro libro sin dejar que pasen al menos un par de días.

Por otra parte Silvia.. hija mía, si esta es tu ópera prima no me quiero ni imaginar cómo será la siguiente novela que escribas. ¡Eres grande pequeña!

¡Y vamos al lío!

La pluma de Silvia es una auténtica pasada. Es fresca, dinámica, fluida, de lenguaje coloquial, directa, con un punto gamberro, sin florituras que valgan. Simplemente se ve la ilusión y las ganas que pone al escribir, lo hace palpable.

La narración como bien os he comentado es sencilla, pero con toques sutiles que te hacen reflexionar y que, de manera inconsciente, te envuelva en la misma y te sea complicado el poder dejar de leer.

Los diálogos están bien estructurados, con muchísimos toques de humor, momentos de inflexión y esa frescura que os he comentado antes, que hace que vueles con los personajes y vivas las historias de todos y cada uno de ellos de una manera muy cercana y natural.

Silvia consigue que todas y cada una de las escenas de pasión se conviertan en experiencias religiosas por lo que llega a transmitir, ya no sólo por la acción en sí, que va, sino por cómo reaccionan los protagonistas y cómo te explican a través de sus cuerpos lo que los labios son incapaces de decir.

Me encanta como describe los lugares en los que se desarrolla la historia. Lo hace de una manera liviana y sin detalles en exceso, algo que hace que disfrutes de todos y cada uno de ellos ¡hasta del pueblo del mal!.

Los personajes son sencillamente fantásticos. Me fascina que no sean planos, todo lo contrario, tienen carácter, personalidad, carisma y mucha chispa. Adoro que también se vea su lado vulnerable y la forma que tienen de evolucionar, de manera pausada y constante, a lo largo de la historia, haciéndote que los adores y te enfades con ellos a partes iguales. Reacciones, eso es lo que me motiva a seguir leyendo, disfrutando y sintiéndolos en cierto modo, como algo mío.

"El final... del verano... llegó... y tú partirás...", gran canción del dúo dinámico que no puede ser más adecuada para esta historia. La autora tiene muy pendiente el tema musical deleitándonos con canciones que, de manera premeditada, están llenas de intenciones.

La historia está narrada en primera persona por Lara. Conforme Lara va quitándole capas a Asier, o despertando un recuerdo, él nos narra quién es y lo que siente estando con ella, pero sobre todo nos muestra ese lado tan adorablemente vulnerable que tiene.

Me ha llamado la atención el despunte que últimamente está teniendo una frase concreta de la maravillosa Frida Kahlo que hace que el hecho de decir "te quiero" sea en cierto modo, una manera insignificante de expresar lo que realmente se siente por la otra persona.

El libro consta de 346 páginas, divididas en 80 capítulos cortos y un epílogo que me ha sabido a poco porque soy así de egoísta.

Lo que yo he disfrutado de esta historia no está en los escritos y lo que me ha transmitido, menos todavía. La manera en la que debemos enfocar los problemas y las situaciones que nos rodean, que no se puede poner vallas al campo, que un verano puede ser eterno, que la vida es construir, que debemos sumar y no restar en dicha vida, que el pasado debe quedar relegado ahí mismo, en el pasado, que no hay nada como dejarse llevar y volar... volar sin rumbo, pero volar, remontar y convertirnos en mejores personas pero sobre todo dejarnos llevar y liberarnos.

"El verano que aprendimos a volar" es una historia de dos personas que vuelan juntas, aún sabiendo que dicho vuelo tiene fecha de caducidad. Una historia llena de superación personal, de dejarse llevar por el momento, de disfrutar cada segundo de lo que te dan y guardarlo como un tesoro en tu corazón y en el recuerdo. Segundas oportunidades que abren el camino a montones de posibilidades, que los lastres son responsabilidad nuestra y que de nosotros depende evolucionar para deshacernos de ellos. Una historia llena de amores de verano, pasión, amistad e inseguridades que hará que no puedas parar de leer hasta la última página. Os recomiendo sin duda su lectura y ya de paso... ¡que lo compréis!. Si os gustan las historias frescas, con un toque gamberro, pasión y profundidad, sin duda es vuestro libro.

Nací en Madrid en el 81. Fui una niña de La bola de cristal, las Happy Luck siempre calzadas y el walkman en la riñonera. De adolescente, lectora pública de Isabel Allende y a escondidas del Nuevo Vale. Entré en la universidad cuando pagábamos en pesetas y salí igual de pardilla, pero con muchos conocimientos sobre Historia. Después llegaron una sucesión de trabajos que no llenaban, hasta que, una noche un poco tonta, descubrí lo que se convertiría en mi verdadera vocación. Ponerme las gafas de soñar y abrir el archivo de Word ha pasado de ser un hábito a ser una necesidad. Si algún día consigo convertirlo en un oficio, mi sueño se habrá cumplido.

    

(Disponible en todas las plataformas digitales, Casa del Libro, librerías y El Corte Ingles)

¡Pues hasta aquí la opinión de hoy!

Espero que os haya gustado, y si es así, por favor, comentad y seguid al Desván...

¡Que siempre se agradece!