Autoras: Silvia Sancho
Editorial: Pàmies
Sello: Phoebe
ISBN: 9788416970926
Género: Erótico/Contemporáneo
Número de páginas: 315
Editorial: Pàmies
Sello: Phoebe
ISBN: 9788416970926
Género: Erótico/Contemporáneo
Número de páginas: 315
Una boda.
Un montón de chupitos.
Un Porsche aparcado en una calle oscura.
El mejor amigo del novio.
El hombre con el que no debía acostarme.
El que iba impecablemente vestido con un traje gris y una camisa blanca almidonada.
El dueño de unos ojos verdes que hablaban más que su irresistible boca.
El socio más joven de su despacho de abogados.
El mejor hombre con el que he estado en la cama.
Una locura.
Las huellas de mis uñas en el salpicadero de su coche como prueba.
Un problema de los grandes.
Él era inalcanzable.
Yo estaba rota.
¡Buenas noches mis delicias! Aquí me tenéis de nuevo para daros a conocer mi opinión sobre una de mis últimas lecturas, “La locura de saltar contigo” de Silvia Sancho, publicado por Phoebe Romántica. Quiero aprovechar para agradecer a la editorial el envío de la novela en digital para su lectura ¡muchas gracias! y sin más demora... ¡vamos allá!. Esta novela era muy esperada por las que somos admiradoras de la pluma de Silvia ya que es la historia de Natalie y Daniel, personajes secundarios de “El verano que aprendimos a volar”, la maravillosa historia (valga la redundancia) de Asier y Lara. Como siempre os hablaré de los protagonistas, personajes secundarios, pluma de la autora, mis impresiones y lo que creo que podéis encontrar en esta novela.
Y vamos a dar comienzo con sus protagonistas que son Natalie y Daniel (abreviando… Nat y Dani).
Nat: es un espíritu libre, hace lo que quiere cuando cómo y con quién quiere, pero siempre bajo sus condiciones. Trabaja de dependienta en una tienda de ropa. Vive en un piso con cuatro compañeras más, lo que viene siendo una auténtica locura. El verano anterior trabajó en un camping junto a sus amigos Asier y Lara. Es una chica extrovertida, carismática, divertida, visceral, muy melodramática cuando quiere y muy ocurrente y abierta, a la par que recelosa, insegura, vulnerable, inaccesible en lo que al corazón se refiere, escurridiza, siempre con las defensas en alto y todo esto es debido al daño que sufrió en el pasado y que tiene nombre y apellido. Es la cuarta de seis hermanos y desde siempre ha sido la más rebelde. Ha conocido mundo, ha trabajado en muchísimo sitios y disfruta de las relaciones esporádicas todo lo que quiere y más. Pero aún así se considera una mujer rota, cerrada al amor o a cualquier sentimiento que se le asemeje. Pero el hecho de volver a coincidir con Dani, un chico que conoció en el camping y con el que tuvo la mejor noche de su vida hará que sus cimientos se tambaleen y que, por supuesto, quiera volver a repetir, eso sí, pero luego cada uno por su lado y a otra cosa mariposa. Pero el abogado no le va a poner las cosas fáciles ni mucho menos, cosa que hará que afloren con más fuerzas sus miedos e inseguridades y sus ganas de huir.
"Saltamos juntos de nuevo, yo clavando los dientes en su hombro y él repitiendo mi nombre".
Dani: es un abogado de éxito que adora su trabajo. Es hijo único y su madre se desvive por él hasta el punto del hartazgo… por mucho que la quiera. Es una persona independiente, racional, respetuosa, comprometida, divertida, ocurrente, sociable, pasional, metódica y perseverante. No le gusta que intenten manipularle y es brutalmente sincero, comprensivo, respeta el espacio de los demás aunque siempre consigue lo que quiere porque es muy cabezón, pero sin llegar a presionar en exceso. Cuando vuelve a encontrarse con Nat, la chica con la que pasó una fantástica noche y lo despachó sin paños calientes después el verano anterior, decide no acercarse a ella por su salud mental pero la tentación es tal que acaba cayendo otra vez. Es una persona que tiene mucha intuición y cuando ve la forma de actuar de Nat a la defensiva huyendo a la mínima de cambio, sospecha que ese muro que la rodea es porque algo le debió de suceder en el pasado que la marcó.
"Cuando Dani se ponía borde, causaba tres efectos en mí: enmudecimiento, humedecimiento y enfurecimiento".
La autora ha sabido crear, al igual que en su anterior novela, a unos protagonistas fantásticos, únicos y muy especiales, dotándoles con caracteres muy dispares pero que empastan a la perfección. Te los muestra a corazón abierto con sus imperfecciones, sus equivocaciones, aciertos y virtudes. Son personajes con fuerza, para nada lineales, hasta el punto de que llegan a calarte muy hondo ya que son tan reales, a pesar de la ficción, que puedes ponerte en su piel perfectamente y sentir lo que sienten ya que pasan por situaciones que podríamos vivir en lo cotidiano cualquiera de nosotros.
Hay un elenco de personajes secundarios bastante considerable y, todos y cada uno de ellos en mayor o menor medida, aportan contenido a la trama y al desarrollo de la historia, incluso los antagonistas. Para mí todos son relevantes a su manera pero los que más me han llamado la atención son: Greta, que es la mejor amiga de , es como su alma gemela femenina y siempre está ahí para escuchar a su amiga incluso dejando aparcados sus propios problemas, que no son pocos, para apoyarla (NOTA PARA LA AUTORA: ¡Dime que tiene su propia historia por favor! (se siente)) , por supuesto Asier y Lara, que son amigos de ambos y ha sido un auténtico placer volver a saber de ellos y de cómo evoluciona su relación. Las cuatro compañeras de piso de Nat: Zoe, Sonia, Arancha y por último Maiko, una chica coreana bastante… particular y perturbadora. Amparo que es la madre de Dani, la pobre mujer es bastante pesada y una auténtica profesional en el chantaje emocional la muy puñetera. Nolan y Jaime han formado parte en algún momento en la vida de Nat, y los recuerdos no son todo lo gratos que quisiera… Amelia formó parte de la vida de Dani y es una petarda y una cansina de cuidado.
La pluma de la autora es muy fresca, amena, fluida, con un lenguaje coloquial sin palabras rimbombantes que es gloria bendita. La narración y los diálogos están muy bien estructurados y desarrollados, completamente en armonía sin relleno innecesarios y tan livianos que hace que devores la novela en un santiamén. No hay grandes giros argumentales pero la dinámica de cómo se desarrolla la historia es constante y fluida, pero sobre todo me gustaría destacar el toque humorístico que ha añadido y que predomina en su escritura, aparte del gran trasfondo que contiene y los toques de dramatismo. Todo en su globalidad hace de su lectura una auténtica delicia que llega a saberte a poco.
Las escenas de pasión son de alto voltaje y con razón, porque ambos son igual de pasionales y fogosos. Están descritas de manera explícita pero sin resultar en absoluto ni ordinarias ni soeces.
La historia está narrada en primera persona por Daniel y Natalie. Os aseguro que es divertidísimo conocer lo que piensan y sienten en cada momento, y que te lo hagan saber de primera mano no tiene desperdicio alguno.
El libro consta de 315 páginas, divididas en 80 capítulos de extensión media/corta, un prólogo, el “después” y un epílogo que a mi parecer, además de cerrar la novela de manera fantástica, deja la puerta abierta a la historia de un par de personajes secundarios que aparecen en la novela y… ¡Ojalá sea verdad!. Los capítulos están encabezados por el número correspondiente y una frase o palabra que está ligada directamente al capítulo en cuestión.
Lo que yo me he podido reír con esta novela no está en los escritos y, siendo sincera, me hacía mucha falta y se lo agradezco a Silvia en el alma. La historia te despierta tal amalgama de sensaciones que no sabes para donde tirar, algo que por supuesto, en este caso, es muy positivo el hecho de que en ciertos momentos consiga descolocarte ya sea por las ocurrencias de Nat como por sus “traumas”. He disfrutado muchísimo con los monólogos internos de Nat, su manera de dirigirse a ti, sí a tí cuando está narrando, sus (se siente), sus (de nada) y sus (cagüen) que tantas carcajadas me han arrancado, aparte de su enano interior que la trae por la calle de la amargura y por el puñetero karma. El hecho de que tenga más salidas que la boca del metro, las muletillas y comparaciones tan rocambolescas que suelta, lo Dramatic Queen que es, su comportamiento infantil cuando se pica y le da por decir tidis lis frisis cin li i, con sus conversaciones con Greta, con Maiko y el momento peluche, con el pan de pita, con el pub irlandés y el toque Matrix, con las menciones hacia Carmena que debe de haber acabado hasta la peineta de ella, la manía de bloquear de WhatsApp a Asier… He admirado la paciencia infinita de Dani, su perseverancia y empatía, por su fortaleza y autocontrol, me ha encantado como le gusta desafiar a Nat y ponerla contra las cuerdas para conseguir que se abra, la jerga de abogado que aprovecha para soltarle en cualquier momento a modo de provocación… Pero lo que más me ha llegado al corazón ha sido que existan personas que quieran sumar a tu vida y no restar como otras, que alguien que es la inseguridad en persona por muchas ínfulas que se de sea capaz de minar la moral con auténticas barbaridades de otro ser humano hasta el punto de que ese ser humano se lo llega a creer. Me han llegado al corazón las segundas oportunidades, las puertas abiertas que se encuentran a lo largo del camino, las palabras tan intensas que podemos llegar a decir más allá de toda lógica, las letras impresas para herir y las que se graban a fuego en el corazón. En su día Asier y Lara nos mostraron cómo aprendieron a volar y Dani y Nat nos enseñan a saltar, cierto que todo es metafórico, pero con un gran significado ya que, sea hacia arriba o hacia abajo, al final se trata de un salto de fe por y con una persona en la que confías, que te cuida, te respeta, te sostiene y sobretodo te valora. Porque hay que arriesgarse ya que merece la pena porque la esperanza existe, porque en verdad puede ser una locura… pero bendita sea esa locura. Y podría seguir así hasta mañana pero me gustaría que le deis una oportunidad a esta novela para descubrir todo lo que os he comentado y mucho más
"No tengas miedo a la caída. No te dejes dominar por el vértigo.
Salta a lo grande, como los valientes.
Salta aunque tengas que hacerlo con los ojos cerrados".
“La locura de saltar contigo” es una novela muy divertida, entrañable y profunda en la que una chica alocada y un abogado estirado después de una aventura de verano se volverán a ver las caras y saltaran chispas. Un duelo de voluntades que te mantendrán intrigada por saber qué pasará entre ellos por su intensidad, un salto de fe y una ilusión que evitarán que caigas por el precipicio. La Reina de hielo y el Marqués tienen mucho y muy bueno que contarte. Para mí es sin duda alguna lectura recomendada y una de mis lecturas (valga la redundancia) top de este año.
PLAYLIST DE SPOTIFY
SILVIA SANCHO Nací en Madrid en el 81. Fui una niña de La bola de cristal, las Happy Luck siempre calzadas y el walkman en la riñonera. De adolescente, lectora pública de Isabel Allende y a escondidas del Nuevo Vale. Entré en la universidad cuando pagábamos en pesetas y salí igual de pardilla, pero con muchos conocimientos sobre Historia. Después llegaron una sucesión de trabajos que no llenaban, hasta que, una noche un poco tonta, descubrí lo que se convertiría en mi verdadera vocación. Ponerme las gafas de soñar y abrir el archivo de Word ha pasado de ser un hábito a ser una necesidad. Si algún día consigo convertirlo en un oficio, mi sueño se habrá cumplido. En 2017 publiqué mi primera novela, El verano que aprendimos a volar (Phoebe).
¡Pues hasta aquí la entrada de hoy!
Espero que os haya gustado y si es así, por favor, comentadla y seguid al Desván...
¡Que siempre se agradece!
Cuando decidí escribir comedia, en realidad, no sabía en el follón donde me estaba metiendo. El humor no es universal, y mucho menos en estos tiempos. Gracias por darme (poderosos) argumentos para seguir intentando hacer reír con mis historias. Gracias también por difundir el mensaje de esperanza. Y gracias, gracias, GRACIAS por leerme tan bonito.
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